"El tono emocional de las multitudes es esencialmente orgiástico y dionisiaco. Por virtud de su inclusión en una multitud, el individuo se encuentra liberado de las limitaciones propias de su personalidad, y participa del mundo subhumano, subpersonal, que es inherente a los sentimientos desenfrenados y a las creencias no analizadas. Formar parte de una multitud resulta una experimentación muy semejante a la intoxicación alcohólica. La mayor parte de los seres humanos ansían evadirse de las limitaciones de su propio ser y descansar periódicamente de su personalidad escuálida, mezquina y para cada cual demasiado conocida. Como no saben hacer lo necesario para ascender desde su propia personalidad hasta una región suprapersonal, y como no tienen voluntad suficiente para hacerlo, aunque sepan satisfacer las condiciones éticas, psicológicas y fisiológicas necesarias para trascender del propio ser, se dirigen naturalmente hacia el camino descendente, el camino que conduce, desde la personalidad, hacia las tinieblas del sentimentalismo subhumano y del pánico animal. De aquí el ansia persistente por los narcóticos y los estimulantes, y también la atracción infalible de las multitudes."
No comer antes del sexo patatas fritas. Las grasas trans que tiene este famoso alimento no son nada recomendables para la circulación sanguínea; también reduce el índice de testosterona y como si fuera poco, gracias a su alto contenido en sal, puede provocar que la erección sea prolongada.
Los budistas dicen que si conoces a alguien y tu corazón late con fuerza, tus manos tiemblan y tus rodillas se vuelven débiles, no es la persona indicada. Cuando tú conoces a tu alma gemela, sientes calma. Nada de ansiedad, nada de agitación.
Dicen que todos necesitamos tres cosas para ser verdaderamente felices en esta vida: alguien a quien amar, algo que hacer y algo por lo cual tener esperanza. Tom Bodett
Si estamos prestando atención al aspecto negativo de lo que observamos; sentimos una sensación desagradable, un mal-estar como angustia o bajón.
Esa es la alarma, y ese es el momento en el que podemos ELEGIR DIRIGIR NUESTRA ATENCIÓN hacia los aspectos positivos de todo lo que es importante para nosotros.
Es primordial, decirse uno mismo: ¿quiero estar con una persona que no me quiere? Hay que saber perder, reconocerse perdedor, aunque duela, pero es menos doloroso perder una relación, que perder una vida en una relación, insistiendo en algo que ya no existe. Es mejor utilizar toda esa energía en recuperarse uno mismo, alejándose de la fuente del dolor.
Un guerrero mas de una vez perdio su tiempo luchando por una mentira y sufrio por personas que no estaban a la altura de su amor por eso solo arriesga su corazon por algo que vale la pena
Si esperas recibir felicidad de fuentes externas a ti, puede que te decepciones. Puede que pienses que la felicidad viene empaquetada como nuevas posesiones, o una nueva relación. Pero después de abrir todos estos paquetes, cuando veas la realidad de lo que contienen, descubrirás que el mejor paquete de todos es la felicidad en sí misma. Así que date a ti mismo el regalo de la felicidad completa hoy. Nadie ni nada más pueden hacerlo.
Un grave error que casi todos hemos cometido alguna vez, es el esforzarnos en que nos quieran. Continuamente lo veo en consulta: “¿Con todo lo que hice por el/ella, cómo es posible que me abandone?”, “nadie le va a querer más que yo”, “tengo que luchar por recuperar su amor” y etc. La experiencia clínica demuestra sin ningún margen de dudas que cuanto más nos esforzamos por alguien, más lo queremos. Es decir, que no cuenta lo que tú haces por una persona para que te quiera sino lo que ella hace por ti. Este es un baremo que no va a engañarte nunca sobre sus intenciones. Cuanto menos te valores a ti mismo, y más necesidad tengas de “hacerte querer”, más difícilmente encontrarás un amor duradero.