martes, 30 de septiembre de 2014

Multitudes



"El tono emocional de las multitudes es esencialmente orgiástico y dionisiaco. Por virtud de su inclusión en una multitud, el individuo se encuentra liberado de las limitaciones propias de su personalidad, y participa del mundo subhumano, subpersonal, que es inherente a los sentimientos desenfrenados y a las creencias no analizadas. Formar parte de una multitud resulta una experimentación muy semejante a la intoxicación alcohólica. La mayor parte de los seres humanos ansían evadirse de las limitaciones de su propio ser y descansar periódicamente de su personalidad escuálida, mezquina y para cada cual demasiado conocida. Como no saben hacer lo necesario para ascender desde su propia personalidad hasta una región suprapersonal, y como no tienen voluntad suficiente para hacerlo, aunque sepan satisfacer las condiciones éticas, psicológicas y fisiológicas necesarias para trascender del propio ser, se dirigen naturalmente hacia el camino descendente, el camino que conduce, desde la personalidad, hacia las tinieblas del sentimentalismo subhumano y del pánico animal. De aquí el ansia persistente por los narcóticos y los estimulantes, y también la atracción infalible de las multitudes."



Aldous Huxley