El sufrimiento que aqueja al hombre, sólo el hombre lo causa.
El sufrimiento del hombre está causado por el deseo que tiene de vivir siempre lo que no es; por desear el placer y el poder. Esas son las raíces de su dolor.
Sólo el deseo es causa de sufrimiento. Si consigues apartarte de él, si logras mirarlo cara a cara y lo aniquilas, disolverás también el sufrimiento y lograrás la serenidad que no tiene fin.