domingo, 19 de octubre de 2014

El miedo



El miedo es y ha sido una flor para la humanidad porque en si no es bueno ni malo y le ha ayudado a sobrevivir en un medio natural la mayoria de las veces hostil y desconocido. Absurdo despreciarlo. Otro cantar son nuestros miedos psicológicos, aquellos que se sustentan en el miedo al propio miedo, que actuan como un acto reflejo cuando no tenemos conciencia de ellos, que lo único que hacen es coartar nuestra capacidad para pensar con tranquilidad la solución a nuestros problemas o continuar reaccionando de manera defensiva tal si fueramos serpientes a punto de atacar.

El amor humaniza y se parece a esas flores de más arriba, tiene color, hace buena olor, atrae a otros seres vivos, sirve de refugio y alimento a otros animalillos, es un regalo genial que seguro hace feliz a cualquier mortal que lo reciba... En fin, que son las dos caras de una misma moneda. A más amor, menos miedo, a más miedo menos amor. Uno expande y libera lo mejor de nosotros, nos humaniza y el otro contrae y hace que aflore nuestra parte más ancestral y reptiliana. El amor es inversamente proporcional al miedo.



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