jueves, 23 de octubre de 2014

Destino

Tuve una certeza fulminante: cada uno tenía una “misión”, pero ésta no podía ser elegida, definida, administrada a voluntad. No existía ningún deber, ninguno, para una persona consciente, excepto el de buscarse a sí misma, afirmarse en su interior, tantear un camino hacia adelante sin preocuparse de la meta a la que pudiera conducir. Lo que importaba era encontrar el propio destino, no un destino cualquiera, y vivirlo por completo.

Hermann Hesse